La esterilización es una de las cirugías más comunes realizadas en perras y gatas, con el objetivo de evitar la reproducción y, en muchos casos, mejorar la salud general de las mascotas. Sin embargo, algunas veces, los dueños pueden notar que, a pesar de haber sido esterilizadas, sus perras o gatas presentan síntomas de celo, lo que genera preocupación y confusión. Es natural preguntarse cómo puede ser posible que una mascota que ha sido sometida a esta cirugía presente signos típicos de celo como cambios de comportamiento o inflamación de los genitales.
En este artículo, como clínica veterinaria especializada en esterilización en Valencia, hablaremos sobre por qué estos síntomas pueden aparecer en perras y gatas esterilizadas, qué es el síndrome de ovario remanente (o restos ováricos), y cómo se puede diagnosticar y tratar este problema.
¿Cómo puede ser que mi perra o gata tenga síntomas de celo si está esterilizada?
La esterilización, también conocida como ovariohisterectomía, implica la extirpación de los ovarios y el útero de una hembra, eliminando la fuente de producción de hormonas reproductivas como el estrógeno. Esto debería impedir que la mascota vuelva a entrar en celo. Sin embargo, en algunas ocasiones, las mascotas esterilizadas pueden mostrar signos que parecen indicar lo contrario.
Los síntomas de celo en perras y gatas que pueden observarse tras una esterilización:
- Inflamación o hinchazón de la vulva.
- Descargas vaginales.
- Comportamiento característico del celo, como el aumento de la vocalización, restregarse contra objetos o elevar la parte trasera.
- Atracción de machos.
Hay varias razones por las cuales una perra o gata esterilizada puede mostrar síntomas de celo, y la más común es la presencia de tejido ovárico remanente. Esto ocurre cuando, durante la cirugía de esterilización, una pequeña porción del tejido ovárico no se elimina completamente. Incluso una cantidad mínima de este tejido puede seguir produciendo hormonas que desencadenan el ciclo de celo.
Este fenómeno se conoce como síndrome de ovario remanente o restos ováricos. Otra posibilidad es la regeneración del tejido ovárico si una pequeña cantidad ha quedado en el abdomen. Esta condición puede manifestarse meses o incluso años después de la cirugía de esterilización, lo que puede confundir a los dueños que creen que sus mascotas ya no deberían experimentar estos ciclos.
Además, existen algunas otras condiciones que pueden causar síntomas similares al celo en perras y gatas esterilizadas. Estas son más peligrosas y resultan una gran preocupación para los dueños:
- Tumores ováricos ectópicos: en raros casos, pueden desarrollarse tumores en otros órganos que imitan la producción hormonal de los ovarios.
- Disfunción hormonal: un desequilibrio en otras hormonas del cuerpo, como problemas con las glándulas adrenales, podría causar cambios en los niveles hormonales que imitan los síntomas del celo.
¿Qué es el ovario remanente o caso de resto ovárico?
El síndrome de ovario remanente ocurre cuando una pequeña porción del tejido ovárico queda en el abdomen de la mascota después de la esterilización. Este tejido puede seguir produciendo estrógeno, lo que provoca la aparición de signos de celo.
Durante una ovariohisterectomía, la extracción de los ovarios y el útero debe ser completa. Sin embargo, debido a la dificultad de la cirugía en algunos casos, puede quedar tejido ovárico involuntariamente. Esto puede suceder si el ovario está adherido al tejido circundante o si existen complicaciones durante la cirugía.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de ovario remanente se realiza mediante una combinación de síntomas clínicos, pruebas de laboratorio y, a veces, estudios de imagen. Entre las pruebas diagnósticas más comunes se encuentran:
- Análisis de hormonas: los niveles elevados de estrógeno en una perra o gata esterilizada son un indicador claro de que el tejido ovárico sigue presente.
- Prueba de estimulación con hormona luteinizante (LH): esta prueba mide los niveles de LH en la sangre. Las perras y gatas esterilizadas suelen tener niveles altos de LH, mientras que aquellas con tejido ovárico remanente presentarán niveles bajos.
- Ultrasonido: en algunos casos, un ultrasonido puede ayudar a localizar el tejido ovárico remanente.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de ovario remanente implica una segunda cirugía para identificar y eliminar el tejido ovárico que ha quedado en el abdomen. Aunque puede ser un procedimiento complicado, es la única solución para eliminar los síntomas del celo en perras y gatas y prevenir futuros problemas de salud asociados con el tejido ovárico remanente.
Si bien la esterilización es un procedimiento común y seguro, es posible que algunas perras y gatas presenten síntomas de celo incluso después de haber sido operadas. En la mayoría de los casos, esto se debe al síndrome de ovario remanente, una condición en la que queda tejido ovárico funcional tras la cirugía.
Aunque esta situación puede ser frustrante y preocupante para los dueños, el diagnóstico y tratamiento adecuado por parte de un veterinario pueden resolver el problema. Si tu perra o gata esterilizada muestra síntomas de celo, es importante que consultes con tu veterinario en Valencia para descartar cualquier complicación y asegurar el bienestar de tu mascota. ¡Contacta con nosotros para revisar a tu mascota!
Referencias bibliográficas
- American Veterinary Medical Association. Spaying and neutering your pet. Recuperado de https://www.avma.org/resources/pet-owners/petcare/spaying-and-neutering
- Merck Veterinary Manual. Ovarian remnant syndrome in small animals. Recuperado de https://www.merckvetmanual.com/reproductive-system/reproductive-diseases-of-the-female-small-animal/ovarian-remnant-syndrome-in-small-animals
- Cornell University College of Veterinary Medicine. Hormonal disorders in dogs and cats. Recuperado de https://www.vet.cornell.edu/hospitals/companion-animal-hospital/internal-medicine/hormonal-disorders