Descubrir manchas de sangre en tu perra cuando ya está esterilizada puede ser muy desconcertante.
Lo primero que debes saber es que no es algo normal, pero tampoco siempre significa una urgencia grave.
La esterilización elimina el celo y, en condiciones normales, debería evitar cualquier sangrado genital.
Si esto ocurre, la explicación suele estar en algún problema de salud que requiere revisión veterinaria: desde restos de tejido ovárico, hasta infecciones, inflamaciones o lesiones en la zona.
La buena noticia es que la mayoría de estas situaciones tienen solución si se detectan a tiempo.
El primer paso es no alarmarse en exceso, observar con detalle el tipo de sangrado y acudir al veterinario para que identifique la causa.
¿Es normal que una perrita si está esterilizada sangre?
No, no es normal.
Una perra correctamente esterilizada no debería sangrar por causas hormonales, ya que con la cirugía se eliminan los órganos responsables del ciclo reproductivo.
Si aparece sangre después de la esterilización, lo que está ocurriendo es otra cosa: puede ser un problema en las vías urinarias, una inflamación, una infección o incluso restos de tejido ovárico que quedaron tras la cirugía.
Lo importante es entender que no hay “reglas” ni celos después de la esterilización.
Cualquier mancha de sangre debe tomarse como un signo de alerta y motivo suficiente para consultar al veterinario.
En la mayoría de los casos, el sangrado es el primer aviso de que algo no marcha bien, y se debe actuar cuanto antes.
¿Qué hacer si mi perra esterilizada está sangrando?
Lo primero es mantener la calma.
Ver sangre en tu perra puede asustar, pero la reacción más sensata es observar con atención y acudir cuanto antes al veterinario.
Mientras tanto, fíjate en algunos detalles:
- ¿El sangrado es abundante o solo son unas gotas?
- ¿Tu perra se lame la zona con insistencia o parece molesta al orinar?
- ¿Notas secreciones con mal olor, inflamación o apatía?
Estos datos ayudarán al profesional a orientar con precisión el diagnóstico.
En casa, evita usar desinfectantes fuertes o medicamentos por tu cuenta.
Un simple lavado con suero fisiológico, si es necesario, es suficiente para mantener la zona limpia hasta la revisión.
La clave está en no esperar a que el sangrado desaparezca por sí solo.
Causas por las que una perra esterilizada sangra
Cuando una perra castrada presenta sangrado, lo más importante es descartar de dónde proviene y cuál es la causa real.
Restos ováricos
A veces, durante la cirugía, queda un pequeño fragmento de tejido ovárico sin extraer.
Ese “remanente” sigue produciendo hormonas, lo que puede provocar sangrados parecidos al celo. Se conoce como síndrome del remanente ovárico y requiere una nueva intervención para solucionarlo.
Piómetra
Aunque la esterilización elimina el útero, en casos poco frecuentes puede quedar tejido uterino susceptible a infecciones.
Una piómetra en una perra esterilizada es rara, pero posible. Produce secreción sanguinolenta, mal olor, fiebre y decaimiento. Es una urgencia veterinaria.
Tumores
Tanto en la vulva como en el aparato urinario pueden aparecer masas o pólipos que causen sangrado.
Algunos son benignos y fáciles de tratar; otros requieren cirugía y análisis. Cualquier sangrado persistente debe investigarse para descartar esta opción.
Problemas de salud
No siempre la causa está en el aparato reproductor.
Una infección de orina, cálculos en la vejiga o trastornos de coagulación también pueden dar lugar a pérdidas de sangre por la vulva o con la orina.
Estos casos suelen acompañarse de molestias al orinar, lamidos excesivos o cambios en el comportamiento.
Vaginitis
La inflamación de la vagina puede provocar secreción con sangre y molestias locales.
Es más frecuente en hembras jóvenes o después de cambios hormonales, pero puede presentarse en cualquier edad. El tratamiento depende del origen: desde antibióticos hasta limpiezas específicas.
Herida quirúrgica
En el periodo inmediato a la esterilización, el sangrado puede proceder de la cicatriz abdominal.
Un punto suelto, una infección o un pequeño desgarro pueden abrir la herida y causar manchas de sangre. En estos casos, es fundamental acudir al veterinario para que revise la sutura.
Diferencia entre celo y sangrado en una perra esterilizada
El celo es un proceso natural que ocurre solo en perras intactas, con ovarios y útero activos.
Tras la esterilización, este ciclo desaparece, por lo que una perra castrada no debería volver a tener sangrados propios del celo.
El sangrado durante el celo suele ser:
- Rítmico y predecible (cada 6-8 meses en perras no esterilizadas)
- Acompañado de inflamación vulvar y atracción por machos
- De duración limitada, normalmente entre 7 y 14 días
En cambio, cuando una perra esterilizada sangra:
- No existe patrón cíclico
- Puede presentarse en cualquier momento
- A menudo va acompañado de otros signos como dolor, secreciones anormales, lamidos excesivos, fiebre o apatía
En resumen: si una perra castrada sangra, no se trata de celo, sino de un problema de salud que debe revisarse.
¿A una perra castrada le viene la regla?
La respuesta es clara: no.
Las perras no tienen “regla” como las mujeres, sino que experimentan sangrado durante el celo, que forma parte de su ciclo reproductivo.
Tras la esterilización, ese ciclo desaparece porque los ovarios y el útero han sido retirados o anulados.
Si tu perra castrada sangra, no es por menstruación ni por un celo residual.
El origen está en otra causa: restos ováricos, infecciones, tumores, inflamaciones u otros problemas de salud.
Es importante que los cuidadores no confundan este síntoma con algo normal.
Una perra esterilizada no menstrúa nunca. Ver sangre después de la cirugía es siempre un signo de que algo merece valoración veterinaria.
Cuándo acudir al veterinario
Ante cualquier sangrado en una perra esterilizada, la recomendación general es consultar siempre con el veterinario, incluso si parece leve o intermitente.
Hay situaciones que requieren acudir de inmediato:
- Sangrado abundante o persistente
- Secreciones con mal olor
- Fiebre, apatía o falta de apetito
- Dificultad para orinar o dolor evidente
- Inflamación de la vulva o de la zona quirúrgica
En otros casos, si el sangrado es leve y tu perra está activa y sin síntomas adicionales, puedes concertar una visita en las próximas horas o días, pero no conviene posponerla demasiado.
La clave está en no normalizar nunca el sangrado tras la esterilización.
Aunque algunas causas son fáciles de resolver, otras pueden complicarse rápidamente.
La revisión en una clínica veterinaria es la única forma de tener un diagnóstico certero y la tranquilidad de saber qué ocurre.