Los perros son curiosos, enérgicos y, a menudo, no miden el peligro, lo que los hace susceptibles a sufrir diversas lesiones. Identificar las lesiones frecuentes en perros y cachorros y saber cómo prevenirlas es crucial para garantizar su bienestar.
Exploraremos ocho de las lesiones más comunes y te daremos consejos para evitar lesiones en perros.
Lesiones más frecuentes en perros
Las lesiones en perros pueden variar en gravedad, desde un corte menor hasta fracturas que requieren atención quirúrgica.
Estar atento a las siguientes situaciones te ayudará a actuar rápidamente.
Caídas
Las caídas son una causa común de lesiones, especialmente en perros jóvenes o aquellos que acceden a lugares altos (balcones, escaleras sin protección). Pueden resultar en esguinces, luxaciones e incluso fracturas óseas.
La clave es la observación inmediata: si tu perro cojea, llora al tocarle o no puede apoyar una pata, necesita una evaluación veterinaria urgente. Las lesiones frecuentes en cachorros por caídas suelen ser por saltar desde el sofá o la cama.
Atropellos
Una de las lesiones que no pueden ser evitadas en perros si no se toman precauciones adecuadas.
Los atropellos son extremadamente graves y a menudo resultan en politraumatismos, lesiones internas severas (como hemorragias o daños en órganos) y la necesidad de una rápida intervención de un veterinario.
En caso de atropello, mantén la calma, inmoviliza al animal con cuidado (si es seguro hacerlo) y trasládalo inmediatamente a la clínica. Nunca asumas que está bien solo porque puede levantarse.
Quemaduras
Pueden ocurrir por contacto con superficies calientes (asfalto en verano), líquidos hirviendo, o incluso por la exposición prolongada al sol (golpe de calor). La gravedad depende del área afectada y el grado de la quemadura. Las quemaduras en las almohadillas plantares son muy comunes en verano. Si sospechas una quemadura, aplica agua fría (no hielo) en la zona afectada y acude al veterinario.
Mordidas
Las peleas con otros animales son una fuente de lesiones muy dolorosas. Las heridas por mordedura pueden parecer superficiales, pero a menudo ocultan daños profundos en músculos y órganos, con alto riesgo de infección (abscesos).
El peligro radica en que la piel se cierra, pero las bacterias quedan atrapadas dentro.
Siempre es necesario que un veterinario examine y limpie a fondo una herida por mordedura para evitar complicaciones.
Rotura de uñas
Es una lesión dolorosa y frecuente, sobre todo si las uñas del perro son demasiado largas o si corren sobre superficies irregulares. Puede causar sangrado abundante e incomodidad al caminar.
Si ocurre, presiona la zona para detener la hemorragia (puedes usar polvo estíptico o maicena) y llévalo a la clínica, ya que a menudo es necesario retirar el trozo de uña fracturado bajo sedación.
Picaduras
Las picaduras de insectos (abejas, avispas) o las mordeduras de arañas pueden provocar reacciones locales (hinchazón y dolor) o, en casos de alergia, reacciones sistémicas graves como el shock anafiláctico, que puede ser mortal. Si la hinchazón es en la cara o el cuello, consulta inmediatamente, ya que podría afectar su respiración. Retira el aguijón si es visible y aplica frío.
Cortes
Los cortes y laceraciones son comunes al pisar cristales, latas o al correr a través de arbustos afilados. Es vital limpiar y desinfectar bien la herida para prevenir infecciones.
Si el corte es profundo, sangra mucho, o está en una articulación, requerirá suturas por parte del veterinario.
¿Cómo evitar lesiones en perros?
La prevención es la herramienta más poderosa para proteger a tu compañero.
- Supervisión y correas: siempre pasea a tu perro con correa y asegúrate de que tiene un microchip para evitar pérdidas y atropellos. Evita que corra suelto cerca de carreteras o zonas de tráfico.
- Hogar a prueba de perros: asegura balcones, cubre enchufes y guarda productos tóxicos fuera de su alcance, especialmente si tienes lesiones frecuentes en cachorros.
- Cuidado de las patas: revisa regularmente las almohadillas y mantén las uñas cortas para evitar roturas. En verano, evita pasear sobre asfalto caliente para prevenir quemaduras.
- Control de interacciones: supervisa las interacciones con otros perros y animales para prevenir mordidas y peleas.
- Entrenamiento: un buen entrenamiento de obediencia, especialmente la orden de «venir» y «quedarse», puede ser vital para evitar situaciones de riesgo.
Si a pesar de todas las precauciones tu perro sufre una lesión, la rapidez de acción es fundamental. Llama de inmediato a un veterinario de perros para evaluar la situación y determinar el mejor curso de tratamiento.
